Por Lisardo Enríquez
L.
La formación intelectual y
el talento de Jaime Torres Bodet le permitieron dejar amplias muestras de su
trabajo. Escribió novelas, poesía y crítica literaria y fue integrante del Grupo Contemporáneos. También escribió memorias, mensajes y discursos,
producto de una intensa actividad en la vida pública. Es a esta parte de su
existencia a la que se refiere el presente artículo, particularmente a sus
aportaciones a la educación.
En el servicio público
propiamente se inicia como secretario particular del Lic. José Vasconcelos
cuando es rector de la Universidad Nacional de México. Poco después, cuando
Vasconcelos va a dirigir la Secretaría de Educación Pública, lo nombra director
del departamento de bibliotecas. En este puesto colaboró en la publicación de
revistas educativas y en la preparación de las extraordinarias Lecturas Clásicas para Niños que han
tenido reediciones facsimilares.
Desempeñó en 2 ocasiones el
cargo de Secretario de Educación Pública. De 1943 a 1946 durante el sexenio del
Gral. Manuel Ávila Camacho y de 1958 a 1964 en el gobierno del presidente
Adolfo López Mateos. En su primera oportunidad se enfrentó a lo que estaba
ocurriendo con la Segunda Guerra Mundial. Ante ello señaló que la educación
tendría que ser una doctrina para la paz, la democracia y la justicia.
Por iniciativa de Torres
Bodet como secretario de educación se promulgó la Ley de Emergencia de la
Campaña Nacional contra el Analfabetismo en el mes de agosto de 1944. Según las
estadísticas de 1940, había 47.88 por ciento de personas en analfabetismo total
en el país. También por su iniciativa se dio un nuevo impulso a las Misiones
Culturales dándoles a partir de entonces la función de promover el desarrollo
de la comunidad rural. Otro de sus aciertos fue crear el Instituto Federal de
Capacitación del Magisterio en 1945, que ofrecía cursos por correspondencia a
los profesores. De igual manera propició la realización del Primer Congreso de
Educación Normal. En los 3 años que permaneció en el cargo se editaron 232
títulos de la Biblioteca Enciclopédica Popular. En la parte general de su
propuesta pedagógica integró la Comisión Revisora y Coordinadora de los Planes
Educativos y Textos Escolares.
La segunda ocasión en que asumió la
titularidad de la Secretaría de Educación Pública, de 1958 a 1964, se considera
como el primer momento que en nuestro país se hace planificación educativa a
través del Plan Nacional para la Expansión y el Mejoramiento de la Educación
Primaria, más conocido como Plan de Once Años, que se puso en marcha con el
propósito de cubrir el rezago educativo y la deserción escolar, que ya eran
alarmantes y requerían una solución.
La parte pedagógica se
encargó al Consejo Nacional Técnico de la Educación. En el Número 4 de la Revista Educación, editada por dicho Consejo,
correspondiente al mes de junio de 1960, se
publicaron los Planes y Programas reformados para educación Preescolar y
Primaria, así como los adelantos para los casos de la educación secundaria y
normal que pronto entraron en vigencia en las escuelas públicas del país.
La otra acción, histórica
por cierto, fue la implementación de los Libros de Texto Gratuitos que causaron
una gran polémica al principio, más por intereses económicos y religiosos que
por su contenido. La Comisión Nacional para este propósito fue presidida por el
escritor Martín Luis Guzmán. Los primeros libros se presentaron en el mes de
febrero de 1960. La idea de fondo que en Torres Bodet dio origen a todo esto
fue la de hacer una realidad la educación gratuita y obligatoria.
Artículo publicado el 9 de noviembre en Diario de Xalapa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario