En un acto sin estruendos y
sin falsas promesas, sino más bien de reflexión y de franqueza con la gente,
Armando Méndez de la Luz, candidato a gobernador del estado por Movimiento
Ciudadano para las elecciones del próximo 5 de junio inició su campaña este
domingo en Xalapa, en pleno centro histórico. La reflexión vale en sí misma
para que los votantes analicen las propuestas respecto a cuáles tienen sentido
real, así como a los candidatos por la trayectoria demostrable de quiénes son, cómo
viven, qué han hecho de trascendente en favor de la sociedad y qué se espera
con objetividad de ellos. La franqueza viene de lo que el propio Armando
sostiene: “Hay que decirle la verdad a la gente”. Por supuesto que los
ciudadanos se dan cuenta si es que se les habla con la verdad o no, saben
identificar las palabras y a las personas.
Porque “este pueblo no
merece el presente que tiene”, la convocatoria de Armando se dirige a “que
Veracruz cambie su destino y su rumbo” mediante tres principios básicos: 1.
Cero tolerancia a la corrupción, a la impunidad y a la injusticia; 2. Devolver
el poder al soberano que es el pueblo y; 3. Anteponer el mérito al privilegio.
En el primer caso se trata de emplear la ley en contra de quienes en el
ejercicio de un cargo no han cumplido con honestidad y eficacia su cometido, lo
que incluye a servidores públicos de hoy o de mañana. En el segundo punto, el
candidato tiene sobrada experiencia sobre la participación de la población en
las obras y programas de gobierno respecto a su planeación, seguimiento y
evaluación, que es lo que propone para evitar actos de corrupción, así como
para que la democracia se efectiva. En cuanto al tercer aspecto, también hay
experiencia y compromiso para que no se incrusten en los puestos personas
ajenas a lo que se requiere, es decir, que en cada función estén quienes tienen
la preparación adecuada para ello y que además lo demuestren con pulcritud
moral.
En Armando la propuesta
moral de los actos no es cuestión de oratoria de campaña ni de declaración de
programa escrito, la tiene en la sangre, en la formación y en el desempeño como
estudiante, como maestro y como servidor público. La capacidad para realizar su
cometido está demostrada en los cargos que ha desempeñado en diferentes niveles.
Tiene suficientes méritos académicos, probada honradez y eficiencia comprobada.
En cada lugar en el que ha estado ha dejado una huella clara de su
profesionalismo y de su vocación social. Orientan su pensamiento y su vida grandes
hombres como Benito Juárez, Lázaro Cárdenas y José Mujica. Este último es un
verdadero símbolo de conducta que ningún otro político cita.
La política tiene que
cambiar. Armando propone dejar el “yo” por el “nosotros” en la vida pública.
Porque parece como si viviéramos en un mundo de superhéroes en donde son las
individualidades las que deciden y hacen por los demás. Esto hay que
desterrarlo porque sólo ha propiciado perversión en la política y alejamiento
total del pueblo. Esa perversión ha llevado precisamente a la corrupción, a la
impunidad y a la injusticia en las que nos encontramos. El individualismo
propiciado entre los mexicanos, tomado de otros sistemas ajenos a nuestra
cultura, ha pulverizado poco a poco muchas de nuestras costumbres y valores y
nos ha llevado al punto grave de la actualidad.
Por eso, la propuesta está
en el Movimiento Ciudadano, en el despertar de un letargo político que fue
promovido por mentes perversas, en sacudirse los lastres que tienen anclado a
Veracruz en la pobreza, el desorden y el estancamiento, para arribar a un mejor
estado de cosas en los hechos, no en las palabras. Con Armando se transformarán
las acciones en trabajo de equipo, en movimiento colectivo, en participación
activa de la sociedad, como lo ha propiciado en anteriores oportunidades. Los
ciudadanos están cansados del actual estado de cosas, pero Armando propone
pasar de la queja y la indignación a la acción.
Artículo publicado el 4 de abril de 2016 en Diario de Xalapa.
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