viernes, 29 de agosto de 2014

Amparos a los maestros, legalidad sobre prepotencia




Por Lisardo Enríquez L.

Lo más recomendable en una sociedad que se precie de democrática, es que los temas públicos, los problemas que enfrenta esa sociedad, se ventilen a través del debate entre los actores involucrados. En cuanto al tema de la educación, están los propios maestros, los padres de familia y los estudiosos del fenómeno, entre otros, de quienes hay que recibir opinión. Miguel Limón Rojas, quien fue secretario de educación pública, dijo en el año 2012: “descalificar a la educación pública por las grandes debilidades que existen, por los muchos asuntos que ameritan reprobación y correctivos no tiene que llevar a desconocer el valor del trabajo que realizan decenas de miles de maestros respetables, que hacen su trabajo responsablemente en las escuelas del país. Esto no puede ser desconocido”.

La forma insultante en que se anunció lo que llamaron reforma educativa, que como ya se sabe fue en un comienzo solamente una reforma estrictamente constitucional, hizo que incluso los profesores más ajenos a la protesta y más dedicados a su labor profesional, salieran a la calle a oponerse a esas maneras impropias de hacer y decir las cosas. Claro que cuando apareció el garrote, los caballos azules, los perros guardianes y los bastones eléctricos, muchos maestros y maestras vejados regresaron a su escuela, guardaron silencio ante la fuerza que los avasalló. Continuaron la lucha quienes tienen una formación política y han participado por años en las lides por la democracia.

Una alternativa que tomaron muchos de ellos ante la cerrazón para escuchar sus demandas fue anteponer un amparo. Pero no se sabía con certeza si ese trámite seguiría su curso. Lo que hasta hace unas semanas se veía es que todas las reformas quedarían intocables a través de un poder omnímodo, visto como algo totalizador, en donde no se veía lo que se da en llamar los tres poderes. Pero el viernes 22 de este agosto se hizo público que el Poder Judicial Federal, a través de juzgados de distrito admitió demandas de amparo en contra de la Reforma Educativa, por lo menos en lugares como Cholula, estado de Puebla y en el estado de Veracruz, correspondiendo a éste último un total de 6,000 maestros amparados.

Desde luego esto aún no termina. A la resolución de los juzgados en esta materia poca difusión se le ha dado. Escasa información ha aparecido al respecto. Un columnista del sur dijo que a estos maestros aunque presenten examen y lo reprueben, la SEV no podrá aplicarles la ley de armonización educativa, y que ni modo. La realidad es que en este sector hay diversos niveles de responsabilidad,  cada uno de los cuales debe verse cómo cumple. No son sólo los maestros de grupo, hay directores, supervisores, jefes de sector, coordinadores, y en la estructura burocrática del nivel de secretaría existen numerosos puestos directivos hasta el más alto nivel de secretario. Todos ellos forman parte de la estructura educativa y como tales deben asumir obligaciones muy específicas sobre lo que es materia educativa empezando por lo eminentemente pedagógico.

Quienes forman parte de la estructura burocrática no sólo deben tener responsabilidad administrativa, ni los supervisores, coordinadores y jefes de sector. Estas últimas tres figuras tienen que asumir su función eminentemente pedagógica asesorando a los maestros de las escuelas, visitándolas constantemente. Hay muchos supervisores que ni siquiera conocen las escuelas a su cargo. Actúan a distancia. Si desde antes esto se hiciera, no habría necesidad de tanta denigración a los maestros de escuela.


De la noticia de los amparos, como dice el maestro Noé de Minatitlán, con quien coincido en su opinión, esto: “coloca a la legalidad sobre los atropellos de la prepotencia de quienes tienen los hilos del poder”. Es decir, esta medida hace que los ciudadanos comunes puedan tener confianza en alguien, que no se sienta como que toda decisión es arbitraria y ahí queda. Muy bien por el Poder Judicial Federal y los juzgados de distrito que admitieron las demandas de los maestros. 

Artículo publicado el 28 de agosto de 2014 en Diario de Xalapa. 

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