sábado, 17 de enero de 2015

José Martí Poeta.



José Martí. Versos Libres. 

Por Lisardo Enríquez L.

Del héroe, revolucionario, político, periodista, orador, filósofo y poeta cubano José Martí muchos  leímos en libros escolares La rosa blanca y La niña de Guatemala. A quienes nos gusta leer, después hemos disfrutado prosa y poesía de este gigante de “nuestra América”. El cantante y autor de una larga producción de composiciones, también cubano, Pablo Milanés, hizo un disco de larga duración con poemas de Martí a los que puso música, permitiendo con ello otra forma de disfrutarlos.

Martí vivió en la segunda mitad del siglo XIX (La Habana 1853-Dos Ríos 1895). El escritor mexicano Mauricio Magdaleno ha dicho que la obra escrita de Martí “es enorme y abarca todas las esferas del pensamiento”. Se le considera precursor del modernismo literario hispanoamericano. En el caso específico de su poesía, él mismo pidió que al darse a la imprenta se iniciara con Ismaelillo, conjunto de quince poemas inspirados en el amor a su pequeño hijo. Dos grandes de la poesía americana de aquel tiempo, Rubén Darío y José Asunción Silva, se dieron cuenta muy pronto del valor literario de los versos del patriota cubano y lo expresaron públicamente.

Había en su espíritu ternura y devoción apasionada por los niños, pero debido a sus ideas independentistas fue desterrado de Cuba. Vivió en España, Estados Unidos y México. En Nueva York editó una revista para los niños de América que se llamó La Edad de Oro, de la cual aparecieron cuatro números bellamente ilustrados con un contenido perfectamente asequible a los infantes. En el segundo número se incluyó el poema Los dos príncipes que en una parte dice: “En los álamos del monte/tiene su casa el pastor. / La pastora está diciendo: / ¿Por qué tiene luz el sol?”

Versos libres constituye una parte importante de su obra poética. Al respecto, el poeta cubano Cintio Vitier escribió que estos versos forman la región volcánica de la poesía de Martí. En una nota previa a este otro conjunto de poemas, el propio autor dice: “Estos son mis versos. Son como son. A nadie los pedí prestados. . . Tajos son éstos de mis propias entrañas-mis guerreros-. Ninguno me ha salido recalentado, artificioso, recompuesto, de la mente; sino como las lágrimas salen de los ojos y la sangre sale a borbotones de la herida”.

Un libro más de poemas es Flores del destierro que en el título anuncia su mensaje. El poema Domingo triste empieza de esta manera: “Las campanas, el sol, el cielo claro / me llenan de tristeza, y en los ojos / llevo un dolor que el verso compasivo mira, / un rebelde dolor que el verso rompe / ¡y es ¡oh mar! La gaviota pasajera / que rumbo a Cuba va sobre tus olas!

Uno de sus mejores libros de poesía es, sin duda, Versos sencillos. Los poemas que integran este otro conjunto se consideran un registro autobiográfico del autor y algunos críticos sostienen que en ellos se encuentra la verdadera modernidad de la poesía de Martí. Un ejemplo muy conocido es el siguiente: “Yo soy un hombre sincero / de donde crece la palma / y antes de morirme quiero / echar mis versos del alma”. Y más adelante dice: “Oculto en mi pecho bravo / la pena que me lo hiere: / el hijo de un pueblo esclavo / vive por él, calla y muere”.


Juan Marinello, otro escritor cubano, hizo una selección de esta obra poética a la que nombró Poesía mayor. En el prólogo afirma: “sólo quien posea como Martí incontable riqueza de palabras y rara fuerza sintética puede lograr esta colmada sencillez”.

(Artículo publicado el 13 de enero de 2015 en Diario de Xalapa)

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