miércoles, 31 de diciembre de 2014

José Mujica y el ideal de vida.



José Mujica, presidente de Uruguay. 
Por Lisardo Enríquez L.

El dominio capitalista penetra todos los ámbitos de la sociedad, valiéndose de los medios que le permite el dinero y a través de ello influye en la conducta de las personas. Para mucha gente es prácticamente imperceptible que vive en competencia franca y obligada por todo con sus semejantes. Es decir, que vive una deshumanización. Esta es la explicación de por qué quienes han alcanzado plena conciencia de tal estado de cosas realizan acciones de rechazo a ese sistema dominante, llegando al extremo de tomar las armas para enfrentar al poder político establecido. Hombres y mujeres de esta clase siempre tienen un ideal que desean alcanzar para el bienestar de los demás.

Un caso relevante de quien ha vivido para contarlo es el del actual presidente de la República de Uruguay José Mujica, quien tiene actualmente 79 años de edad. A fines de los años 50 y durante la década de los 60 del siglo XX, ese país se sumió en una crisis que generó inconformidad y entre otros grupos surgió el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros como fuerza guerrillera al que se adhirió Mujica. Su participación en esta lucha le valió que lo hirieran en combate en varias ocasiones y que lo encarcelaran también más de una vez, una de las cuales duró casi 13 años.Combatió el autoritarismo con las armas y arriesgó la vida por sus ideas.

En 1985, una vez que volvió el régimen democrático a su país, se benefició con una ley de amnistía. Poco después tomó la decisión de insertarse en la lucha político-electoral. Se cuenta entre los fundadores del Movimiento de Participación Popular que actúa dentro del llamado Frente Amplio. En 1994 fue electo diputado, en 1999 senador y el 29 de noviembre de 2009 fue electo presidente de la República, cargo que asumió en marzo de 2010. Actualmente Uruguay tiene en América Latina uno de los niveles más altos de alfabetización, ocupa el segundo lugar con menor índice de corrupción y tiene junto con Costa Rica la distribución más equitativa de ingresos, entre otros de sus logros.

José Mujica y su esposa Lucía Topolanski, quien también participa en política, viven de manera muy austera, sin lujos. Al asumir la presidencia permanecieron en la casa de su propiedad en lugar de trasladarse a la residencia presidencial. El único medio de transporte que este hombre utiliza es un automóvil Volkswagen modelo 87. El 90% de su sueldo lo canaliza a proyectos de ayuda contra la pobreza. El cineasta Emir Kusturica considera a Mujica como “el último héroe de la política”.

En declaraciones a la prensa ha dicho que México tiene una personalidad cultural muy fuerte. Pero respecto a la desaparición forzada de los estudiantes de Ayotzinapa dijo que es algo “terrible”, como si México fuera “una especie de estado fallido”. Por supuesto Mujica basa sus opiniones en las convicciones propias respecto a la situación económica, política y social. Sostiene que vivimos probablemente en el continente más rico, que es a la vez el más injusto; que la violencia y los conflictos sociales son consecuencia del pésimo reparto de la riqueza. Ese es el presidente de Uruguay, un hombre sencillo que dice sus verdades en los foros de la ONU y en donde tiene oportunidad de hablar. Un hombre congruente entre lo que dice y lo que hace.


 (Artículo publicado el 31 de diciembre de 2014 en Diario de Xalapa.) 


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