lunes, 6 de abril de 2015

La familia normalista.


Escuela Normal Veracruzana Enrique C. Rébsamen. 
Foto de Juan J. Martínez Nogueira. 


Por Lisardo Enríquez L.

Me atrevo a pensar que no son tantas las escuelas donde se alcanza el nivel de interacción humana que se logra en quienes han sido estudiantes de la Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen”. Es posible que sea mayor en aquellos que acuden a internado, pero habrá seguramente de casos a casos. Este testimonio va por los integrantes de la generación Olímpicos que cursamos nuestros estudios entre 1966 y 1969, en el majestuoso edificio que se había inaugurado poco antes.

Nos iniciábamos como jóvenes entonces y la relación que se fue conformando adquirió realmente un carácter familiar. El compañerismo se impregnó de un afecto profundo que convirtió la relación en hermandad. Es muy probable que cada uno de nosotros llegara con predisposición para identificarse fuertemente con sus condiscípulos, aunque más bien considero debe atribuírsele al ambiente escolar, a los horarios, a la variada dinámica, pero principalmente a la calidad de los maestros y a la visión de los directivos a quienes correspondió un momento propicio que aprovecharon en forma conveniente. Estos últimos daban sus lecciones en masa con discursos durante las ceremonias y reuniones que se realizaban en el auditorio. En lo individual o por pequeños grupos lo hacían también mediante la conversación en su oficina y en los pasillos de la escuela.

La planta de maestros tenía amplia preparación, compromiso con la docencia y vocación que saltaba a primera vista. Así, estaba un Raúl Contreras Ferto (quien jamás aceptó homenajes) en sus clases de evaluación pedagógica, Aureliano Hernández Palacios en ética y español, David Ramírez Lavoignet en la geografía y la historia veracruzanas, Guadalupe Álvarez Naveda en psicotécnica pedagógica, María de los Ángeles Hurtado en psicología del aprendizaje, Ezequiel Jiménez en educación para la salud, María Dolores Flores en orientación vocacional, Graciano Valenzuela en didáctica e historia de la educación, la boliviana Delia Gambarte y Wilfrido Sánchez en práctica escolar, Carlos Domínguez en historia de la Revolución Mexicana, entre los más destacados. En otros grupos, que no en el “C” en el que se encontraba quien esto escribe, tuvieron en grupo a José Luis Melgarejo Vivanco. Claro, a algunos nos tocó en el examen profesional y ahí también hubo cátedra.

Un maestro que dedicó más tiempo a nosotros como asesor, orientador y motivador fue sin duda Víctor Raúl Domínguez, quien provocaba siempre  inquietud en los alumnos por leer, estudiar, reflexionar y polemizar. En esos años hubo motivos de sobra: la Revolución Cubana, el Che en Bolivia, los movimientos estudiantiles en el Este y en el occidente, así como distintos problemas económicos, políticos y sociales del mundo y de México en particular. Toda esta animación a varios nos hizo rebeldes en cuanto nos inconformamos con el sistema establecido, incluso nos sentíamos revolucionarios. Leíamos la revista Bohemia de Cuba, la revista Política que dirigía Marcué Pardiñas, las revistas y libros de Rius y muchas otras publicaciones.


Era el momento en que Santana se hizo popular con Oye como va, Mujer de magia negra, Jingo, etc. Esta música la escuchábamos en la cafetería de la escuela. La convivencia era constante participando o asistiendo a las actividades artísticas, deportivas y de interés entre los compañeros. Es decir, en la Normal desarrollamos habilidades para ser solidarios, participativos, conversadores y, en general, ser activos. Asistimos en gran número a participar en la inauguración del Estadio Azteca coordinados por el maestro Miguel Vélez Arceo, en una nutrida caravana de autobuses de primera. Si nos reuniéramos a recordar nuestras experiencias de entonces necesitaríamos largas horas, tal vez días. Actualmente, después de 45 años de haber egresado, nos encontramos con la misma alegría y cariño de los años en que éramos estudiantes de nuestra muy querida escuela normal.

(Artículo publicado el lunes 6 de abril en Diario de Xalapa)

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