Por Lisardo Enríquez
L.
Integrantes del Consejo
Mexicano de Investigación Educativa, A.C., así como participantes en el
Congreso Nacional de Investigación Educativa celebrado en la capital del estado
de Chihuahua durante la tercera semana del mes de noviembre de este año,
hicieron público su rechazo a la llamada reforma educativa, considerando que
surge de la estigmatización del magisterio. Entre los directivos del Consejo se
encuentran investigadores reconocidos nacional e internacionalmente como María
de Ibarrola y Eduardo Weiss del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados
del I.P.N., Ángel Díaz Barriga e Imanol Ordorika de la Universidad Nacional
Autónoma de México y Manuel Gil Antón de El Colegio de México. Todos ellos con
obra escrita sobre temas y problemas educativos.
En un escrito señalaron que
a los maestros “se les concibe como objetos y no como sujetos actores
imprescindibles en la transformación requerida. La reforma se ha fincado en la
estigmatización del magisterio. Con ello, no sólo se perdió al actor principal
de cambio en los procesos educativos, sino que se le desautorizó socialmente y
se le condujo a una situación límite: someterse o perder el empleo”. Las
modificaciones se emprendieron sin la consulta y sin la participación de los
maestros. Otro connotado investigador, Carlos Muñoz Izquierdo, expresó: “Toda
reforma tiene que pasar necesariamente por los profesores; ellos son el
vehículo”.
En el propio campo político,
el Senador Manuel Bartlet Díaz, quien desempeñó el cargo de Secretario de
Educación Pública de diciembre de1988 a enero de 1992, expresó en la tribuna
del senado respecto a lo que llaman reforma educativa: “Esta reforma es falsa,
es demagogia, es populismo. Le dijo al Secretario Nuño en su comparecencia: “La
reforma educativa, señor secretario, es una mentira. No hay reforma educativa,
lo que hay es una imposición de los organismos privatizadores internacionales”.
Pienso que valen por su peso
otras transcripciones, porque no se trata sólo de la intromisión de organismos
internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE, dirigida actualmente por un lacayo mexicano), el Banco
Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), sino de grupos
nacionales a los que se ha dado la cuchara grande para que se sirvan. Dice el
periodista Manuel Pérez Rocha al respecto: “Una élite, enriquecida de manera
escandalosa con injustos privilegios y relaciones corruptas, controla hace
tiempo la marcha del país. Ahora ha asumido incluso el control de la educación
pública...Organizados en instancias como la Coparmex, el Consejo Coordinador
Empresarial y el Consejo de Hombres de Negocios, los dueños de México han
decidido tener el control total de la sociedad, exigen el sometimiento de los
indóciles y mandan ya en la educación pública por medio de Mexicanos Primero,
su brazo operativo...”
Las reformas de la actual
administración, entre ellas la llamada educativa, se aprobaron con un congreso
blindado y bañado en dinero. Y ahora la aplicación de lo que se llama
evaluación docente, también se ha realizado con las estrategias de un
secretario que habla de fuerzas policiacas, no de mejoramiento de la educación.
Están dejando una pésima imagen de lo que en otro tiempo fue nuestro país.
Muchos “servidores públicos” actuales salen a decir cosas que ofenden
completamente la inteligencia hasta del menos letrado. Y ellos sí, se siguen
bañando en dinero mientras al pueblo le levantan la canasta. Tal vez el único
mérito que tengan sea “su gran amor a México”.
(Artículo publicado en 22 de diciembre de 2015 en Diario de Xalapa)
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