miércoles, 13 de enero de 2016

Estigmatización del magisterio.


Por Lisardo Enríquez L.

Integrantes del Consejo Mexicano de Investigación Educativa, A.C., así como participantes en el Congreso Nacional de Investigación Educativa celebrado en la capital del estado de Chihuahua durante la tercera semana del mes de noviembre de este año, hicieron público su rechazo a la llamada reforma educativa, considerando que surge de la estigmatización del magisterio. Entre los directivos del Consejo se encuentran investigadores reconocidos nacional e internacionalmente como María de Ibarrola y Eduardo Weiss del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados del I.P.N., Ángel Díaz Barriga e Imanol Ordorika de la Universidad Nacional Autónoma de México y Manuel Gil Antón de El Colegio de México. Todos ellos con obra escrita sobre temas y problemas educativos.

En un escrito señalaron que a los maestros “se les concibe como objetos y no como sujetos actores imprescindibles en la transformación requerida. La reforma se ha fincado en la estigmatización del magisterio. Con ello, no sólo se perdió al actor principal de cambio en los procesos educativos, sino que se le desautorizó socialmente y se le condujo a una situación límite: someterse o perder el empleo”. Las modificaciones se emprendieron sin la consulta y sin la participación de los maestros. Otro connotado investigador, Carlos Muñoz Izquierdo, expresó: “Toda reforma tiene que pasar necesariamente por los profesores; ellos son el vehículo”.

En el propio campo político, el Senador Manuel Bartlet Díaz, quien desempeñó el cargo de Secretario de Educación Pública de diciembre de1988 a enero de 1992, expresó en la tribuna del senado respecto a lo que llaman reforma educativa: “Esta reforma es falsa, es demagogia, es populismo. Le dijo al Secretario Nuño en su comparecencia: “La reforma educativa, señor secretario, es una mentira. No hay reforma educativa, lo que hay es una imposición de los organismos privatizadores internacionales”.

Pienso que valen por su peso otras transcripciones, porque no se trata sólo de la intromisión de organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, dirigida actualmente por un lacayo mexicano), el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), sino de grupos nacionales a los que se ha dado la cuchara grande para que se sirvan. Dice el periodista Manuel Pérez Rocha al respecto: “Una élite, enriquecida de manera escandalosa con injustos privilegios y relaciones corruptas, controla hace tiempo la marcha del país. Ahora ha asumido incluso el control de la educación pública...Organizados en instancias como la Coparmex, el Consejo Coordinador Empresarial y el Consejo de Hombres de Negocios, los dueños de México han decidido tener el control total de la sociedad, exigen el sometimiento de los indóciles y mandan ya en la educación pública por medio de Mexicanos Primero, su brazo operativo...”


Las reformas de la actual administración, entre ellas la llamada educativa, se aprobaron con un congreso blindado y bañado en dinero. Y ahora la aplicación de lo que se llama evaluación docente, también se ha realizado con las estrategias de un secretario que habla de fuerzas policiacas, no de mejoramiento de la educación. Están dejando una pésima imagen de lo que en otro tiempo fue nuestro país. Muchos “servidores públicos” actuales salen a decir cosas que ofenden completamente la inteligencia hasta del menos letrado. Y ellos sí, se siguen bañando en dinero mientras al pueblo le levantan la canasta. Tal vez el único mérito que tengan sea “su gran amor a México”.

(Artículo publicado en 22 de diciembre de 2015 en Diario de Xalapa)

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