Por Lisardo Enríquez
L.
Dos cualidades inherentes a
su talento son las que han desarrollado numerosos hombres de México en su
tránsito por esta vida: el pensamiento y la acción. Uno de ellos fue el
regiomontano Moisés Sáenz, quien realizó una obra importante en educación
rural, educación secundaria, atención a la problemática indígena y en cuanto a
la investigación social. Nacido en 1888, se titula como profesor en la escuela
normal de Xalapa, después estudia ciencias químicas y naturales en
universidades de Norteamérica, luego va a la Sorbona de París, y regresa a
Nueva York a la Universidad de Columbia donde conoce al pedagogo John Dewey,
con cual mucho aprende de sus lecciones de maestro y de sus obras escritas.
Antes de cumplir los treinta
años desempeñó las funciones de director de educación del estado de Guanajuato
y director de la Escuela Nacional Preparatoria. Las siguientes experiencias lo
llevan a la Universidad Nacional donde dio cursos en la Escuela de Altos
Estudios y donde fundó la Escuela de Verano. Al poco tiempo fue nombrado
director de educación en el Distrito Federal, y en 1924 ingresó a la Secretaría
de Educación Pública como Oficial Mayor primero, y como Subsecretario a partir
de 1925, siendo Presidente de la República el General Plutarco Elías Calles y
Secretario de Educación el Dr. José Manuel Puig Casauranc.
A Sáenz corresponde el segundo
momento fundamental de realizaciones de la educación que promovió la Revolución
Mexicana. Como Subsecretario apoya el desarrollo de la escuela rural, las
Misiones Culturales y las Escuelas Normales Rurales Regionales. El maestro Raúl
Mejía Zúñiga dice: “Si Vasconcelos inicia la obra, Sáenz la consuma” y señala
que este último “le imprimió perfiles científicos a la obra educativa”. Y
hablando del carácter científico de la educación, es precisamente sobre bases
de este tipo que propone la creación de la escuela secundaria, organizándola
conforme al desarrollo biopsíquico del adolescente. Esta idea la vio
cristalizada hasta que por decreto del 29 de agosto de 1925 se autoriza el
establecimiento de escuelas secundarias y por decreto del 22 de diciembre del
mismo año se crea, a partir de enero de 1926, la dirección de educación
secundaria.
Otra de sus facetas
corresponde a su labor como sociólogo y antropólogo. Una autoridad en la
materia, como es Juan Comas, expresó: “Moisés Sáenz (1888-1941) es, después de
Gamio, uno de los mejor orientados y activos pioneros de la Antropología Social
Aplicada y del indigenismo en México. . .” Fue el principal promotor y
organizador del Primer Congreso Indigenista Interamericano que se llevó a cabo
del 14 al 24 de abril de 1940 en Pátzcuaro, Michoacán, en el cual fungió como
secretario general y, al mismo tiempo, como secretario de la Comisión de
Iniciativas que estudió y dictaminó las que se presentaron en ese congreso. La
inauguración de tan trascendental evento fue presidida por el General Lázaro
Cárdenas, Presidente de México.
En ese congreso se aprobó la
creación del Instituto Indigenista Interamericano y Moisés Sáenz fue electo
para presidirlo, pero ya no fue posible que asumiera ese puesto porque falleció
el 24 de octubre de 1941 en la ciudad de Lima, Perú, a la cual había retornado
a cumplir sus funciones de Embajador. Investigador, teórico, y hombre de
acción, Sáenz luchó en todos los campos para lograr la integración nacional; un
sueño que tuvieron varios hombres de esa época.
Artículo publicado en Diario de Xalapa el 23 de julio de 2013.
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